Intentar comunicarte con tus compañeros en mitad de una
clase y sin querer se entere el profesor es
todo un clásico, bien sea pasando un pequeño trozo de papel sin que se
enteren o intentando ocultar las ventanas de Messenger en uno de los ordenador
de la escuela.
Hoy en día existen muchísimas herramientas para
comunicarte por Internet, y si pasamos cuales utilizan los adolescentes
seguramente pensemos en Instagram, WhatsApp o Snapchat. Lo último que se nos
ocurriría seria Google Docs. ¿Verdad? Además nunca se nos ocurriría pensar que cuando
encontramos a nuestro hijo escribiendo en una pagina de Google Docs podría
estar haciendo algo que no fueran los deberes y podríamos pensar ¡Fantástico!
¡Por fin ya está cumpliendo con sus obligaciones! Sin embargo, también es
posible que esté en un chat secreto, sin supervisión y a la que solo se puede
entrar con invitación. Así se ha dado un nuevo uso para Google Docs: el
Bullying. Hay que tener en cuenta que esta plataforma es fácil de usar, y puede
manejarse sin supervisión incluso en entornos controlados.
Pero, ¿Cómo lo hacen?
Lo único que necesitan es abrir un documento, invitar a
sus amigos a colaborar y listo, ya tienen un espacio privado para hablar,
dibujar, compartir enlaces, subir fotos o publicar memes. Google Docs no es un
programa que los padres pensarían en bloquear, y además muchos niños tienen cuentas para realizar trabajos
del colegio. Cuando terminan de hablar lo único que tienen que hacer es
eliminar el documento y vaciar la carpeta de basura, lo cual elimina el rastro
del chat.
El caso que alguien ha tirado de la manta, y ahora
sabemos que hay chicos utilizando esta herramienta con acceso restringido para
construirse su propia sala de chat.
La autora Ijeoma Oluo comentaba en twitter que su hijo, al no tener permitido usar las redes
sociales, había creado un Google Docs para poder chatear con su amigos, Según
ella era una solución “nerdy” y adorable. Muchos padres se unieron a la
conversación comentando sus propios casos: “Mis hijos han aprendido a escribir
sus textos de colores distintos para saber quién dice que” “Mi hija se pasa el
90% de su tiempo en Internet en Google Docs compartiendo gifs de unicornios”.
My 10 year old created a shared Google doc to chat with his friends and it's the most adorably nerdy solution to "my mom won't let me have a social media account" that I've seen in a while— Ijeoma Oluo (@IjeomaOluo) 13 de marzo de 2018
Todo cobra color cuando aparecen datos como los de la
aplicación de control parental Bark, que asegura haber descubierto más de
60,000 casos de chicos cometiendo abusos en Google Docs. Lo han descubierto con
una IA de rastreo que buscaba términos concretos, o determinadas conductas, y
que han destapado multitud de casos de acoso.
Para los padres, es un asunto complicado. Los niños
siempre encontrarán una forma de conectar. Es posible que algunos padres vean
esto como la versión moderna de pasar cuadernos secretos en los pasillos del
colegio, un último ejemplo del ingenio de los jóvenes. Los profesores pueden
obligar a los alumnos a usar aplicaciones como LibreOffice, pero es muy difícil
ponerle puertas al campo y estar controlándolo todo el tiempo. Si los alumnos
están utilizando un equipo conectado a Internet y quieren comunicarse con sus
compañeros encontrarán una manera, más o menos ortodoxa, para acabar
haciéndolo.
Paula Rodríguez 4ºC
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